Vistas de página la semana pasada

martes, 7 de marzo de 2017

Que me abraces.



No soy buena en el amor, pero sé que cuando tu te ríes conmigo haces que me sienta un poquito mejor, y, sin pretenderlo, consigues disminuir mis problemas.

El amor no es fácil. Día a día muchas parejas se enfrentan a grandes problemas mientras que otras son felices viviendo esos primeros momentos del enamoramiento.

El enamoramiento... Todo el mundo ha pasado al menos una vez en su vida por ello. Esa chica o chico del cole que no sabíamos por qué pero que hacía que nos sintiéramos nerviosos al mirarle a los ojos. Podríamos decir que es un amor infantil, probablemente despreocupado, sincero, y que, en la mayoría de los casos, no llegó a más.

Poco a poco vamos creciendo y nuestro corazón va madurando. Es la etapa preadolescente. En ese año o esos dos años previos a la adolescencia nos damos cuenta de que nuestro cuerpo cambia. Comenzamos a sentir cosas nuevas. A pesar de nuestra corta vida cometemos el error de sentirnos mayores. Muchos de estos preadolescentes comienzan a explorar el mundo del amor. Aquí llegan los primeros besos, que antes pensábamos que eran asquerosos, surgen las primeras experiencias de atracción sexual y a veces, comenzamos a correr más de la cuenta.
`
Pero para correr ya está la adolescencia. Ahí quería llegar. Dicen que el amor adolescente es el más apasionado. Sin duda que lo es. Alrededor del día pasan por nuestra mente un sinfín de pensamientos completamente distintos relacionados con el amor. Y es que en la adolescencia las emociones y los sentimientos están a flor de piel.

El fracaso amoroso en este momento es muy común. Nos hacemos ilusiones muy rápido que se ven frustradas y, después, de vivir varias decidimos ponernos una coraza. No queremos que nadie nos haga más daño. Así, muchos, nos vamos haciendo más duros con nosotros mismos. Y llega el momento que nadie y a la vez todo el mundo quiere que llegue: nos enamoramos (al menos eso sentimos),

Hay personas que se van haciendo un hueco en nuestro interior y rompen nuestros esquemas. Parten nuestra coraza. Sin darnos cuenta comienzan a gustarnos, más de lo que quisiéramos, y nuestro corazón se llena muchas veces de un sentimiento de angustia y miedo. No sabemos si esto que sentimos es correspondido.

Algunas veces tendemos a reaccionar con la vergüenza. Cuando estamos con esa persona que nos gusta no nos salen las palabras o no nos atrevemos a hacer las cosas que hacemos con los demás. En cambio, otros buscan la solución opuesta. Ante ese sentimiento dan un paso adelante y se atreven a confesar aquello que sienten.

Supongo que soy de las primeras, pero busco con todas mis fuerzas abrirme. Todos tenemos que poner de nuestra parte para alcanzar lo que queremos, aunque luego fracasemos.

Creo que mi mundo se hace más soportable si tú estás en él. Me alegras los días. Ojalá te rieras a dos centímetros de mi cada mañana.

Que me beses. Cien veces si es necesario. Cuando estoy contigo me siento protegida. Quiero alegrarte los días, solucionar a tu lado nuestros problemas. Todo eso que quiero contigo no lo quiero con nadie más.

Sobretodo, quiero quererte, quererte bien. Ver tu mirada, que tantas cosas me ha hecho sentir, poder ver que estás feliz, que te gusta estar conmigo.

Que me susurres cosas al oído y que te aferres a mi cuando tengas miedo. Que me abraces.